La inseguridad en Durán sigue afectando no solo a sus habitantes, sino también a los servicios esenciales. El lunes, 13 de enero, el centro de salud tipo C, Oramas González, ubicado en la cooperativa del mismo nombre, permaneció cerrado.
Decenas de personas acudieron en busca de atención médica, pero se encontraron con las puertas cerradas, lo que generó malestar y preocupación entre los usuarios.
“Nos dicen que vayamos a los subcentros cercanos, pero ahí solo hay medicina general y consulta externa. Aquí contamos con especialistas”, señaló al medio Ecuavisa una mujer que esperaba ser atendida.
Según declaraciones de un trabajador del centro, el cierre fue ordenado por el director tras el asesinato de un hombre la noche del viernes.
La víctima, que aguardaba afuera mientras su esposa recibía atención en el área de emergencias, fue atacada en un hecho violento que ha incrementado el temor en la zona.
La medida no solo afectaría a los usuarios del centro, sino también a la Policía Nacional, que tuvo dificultades para obtener certificados médicos para las 57 personas detenidas por incumplir el toque de queda en el cantón.
Ante esta situación, los agentes trasladaron a los detenidos al hospital Enrique Ortega Moreira, donde tampoco pudieron ser atendidos debido a la saturación del sistema sanitario.
El coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Durán, señaló que estos problemas son solo una muestra de los múltiples desafíos que enfrentan las autoridades en el cantón.
La falta de personal para custodiar y trasladar a los detenidos a audiencias es otro de los inconvenientes. A esto se suma la disposición de libertad que declararían jueces en las audiencias de flagrancia.
El coronel hizo un llamado a los operadores de justicia para trabajar de manera conjunta y evitar que los esfuerzos policiales queden en vano. “Tanto recurso logístico para que, al final, los dejen en libertad. El trabajo de la Policía queda en nada”, expresó con frustración.
Según la Policía Nacional, la escalada de violencia en Durán estría vinculada a la pugna entre las bandas criminales Chone Killers y Latin Kings, desatada tras la muerte de “Ben 10″, cabecilla de la primera banda, en Colombia el 28 de diciembre y el asesinato de sus sucesores el 10 de enero.
El último hecho violento ocurrió el mismo lunes 13 de enero, cuando un hombre fue atacado a plena luz del día en el sector La Primavera 2, con este hecho se suman 22 los asesinatos en lo que va de enero. (I)