El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) solicitó a la Comisión Interamericana de Atún Tropical (CIAT) tomar decisiones y medidas más extremas para evitar la sobrepesca de la especie en países productores y exportadores, como Ecuador.
Según la WWF, es urgente que en la próxima reunión del CIAT, a realizarse en septiembre en Ciudad de Panamá, se adopten otras decisiones para aliviar la presión sobre las poblaciones de atún en América Latina.
¿Qué medidas pide la organización ambientalista? Entre las peticiones, está extender por tres años más la veda actual de 72 días para atunes tropicales.
También se solicita extender el cierre del «corralito», una zona al oeste de las Islas Galápagos, y mantener el límite de captura por embarcación individual de atún patudo, con disposiciones específicas de control y monitoreo.
«Todas estas son medidas claves para aliviar la presión sobre las poblaciones de atún”, aseguró Pablo Guerrero, director de Conservación Marina para WWF-Ecuador, quien participará en calidad de observador durante la sesión ordinaria de la CIAT, que se efectuará entre el 2 y 6 de septiembre.
De hecho, la WWF solo actuará en calidad de observar en la reunión del CIAT, pero sus peticiones sí han sido acogidas en ocasiones anteriores.
Por ejemplo, en 2023 se obligó a las flotas a transicionar hacia el uso exclusivo de plantados biodegradables, como dispositivos flotantes que atraen los peces.
Para la entidad ecologista, otra necesidad urgente en el sector pesquero es alcanzar un 100% de cobertura de observadores (humanos o electrónicos) en todos los cerqueros y palangreros atuneros industriales.
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También solicitó el fortalecimiento de las medidas de manejo de los dispositivos agregadores de peces, mediante la adopción de un esquema de marcado, junto con reglas más estrictas para la activación y desactivación de sus boyas.
El atún en Ecuador
Según destacó Guerrero de la WWF en Ecuador, la pesca de atún es el sustento de decenas de miles de personas y «contribuye significativamente al desarrollo socioeconómico de las naciones».
Solo en Ecuador, la pesca de atún representa exportaciones de 250.000 toneladas anuales, con ventas al exterior de USD 1.300 millones, y la actividad genera 30.000 puestos de empleo directos.
Por ello, tanto la WWF como Guerrero resaltan la necesidad de mantener la sustentabilidad de la actividad, a través de prácticas de pesca amigables con el ambiente.
«La ciencia nos está diciendo que es necesario actuar con precaución, y es por esto que las naciones pesqueras deben cooperar para acordar un sistema de manejo que responda a la necesidad de conservación de las poblaciones de atún», añadió Guerrero.