Iván Espinel, exministro de Inclusión Económica y Social, quien cumple una condena por lavado de activos, salió ayer de un hospital en Portoviejo, donde estaba internado desde principios de diciembre, y fue trasladado a su residencia, situada en un conjunto privado, de la misma ciudad manabita.
Fue condenado a diez años de prisión en el 2019 por no justificar ingresos por USD 771 000. Su sentencia fue ratificada en múltiples instancias.
El 5 de diciembre anterior, el juez del Puerto Principal, Juan Carlos Terán Moreno, sentenció que el exfuncionario sea llevado desde la cárcel regional de Guayaquil hacia una casa de salud portovejense para tratar su colitis ulcerosa.
El magistrado accedió al traslado después que Espinel no recibiera la debida atención en el Hospital Monte Sinaí, al noreste de Guayaquil, pues en esa casa de salud no había la medicina que el exministro necesitaba por su condición.
En un comienzo, la disposición de Terán era que Espinel vuelva a prisión, pero su defensa presentó una solicitud para que cumpla el resto de su sentencia en arresto domiciliario, el 19 de enero.
«A fin de que pueda recibir de forma ambulatorio de tratamiento por problema intestinal, psiquiátrica, cardiológico, en un lugar idóneo donde el psiquiatra pueda determinar y no generen estrés que lo puedan tratar», manifestó su abogado Jorge Haz, de acuerdo al extracto disponible en la página web del Consejo de la Judicatura.
En esa audiencia, también declaró un médico cardiólogo que trata el caso de Espinel en el centro hospitalario donde estuvo revisándose, e indicó que lo apropiado es que esté en su casa por su salud.
Según Ecuavisa, el juez aceptó la solicitud, y ordenó que Espinel permanezca con resguardo policial permanente en su residencia para que se cumpla su condena hasta una nueva disposición.