La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en América del Sur exhortó este lunes 29 de septiembre al Gobierno de Ecuador y a las organizaciones sociales e indígenas a entablar un “diálogo urgente” tras la muerte de un manifestante en el marco de las protestas contra la eliminación del subsidio al diésel, medida decretada por el presidente Daniel Noboa.
En un comunicado, el representante regional de la ONU, Jan Jarab, expresó: “Instamos al Gobierno ecuatoriano y a las organizaciones sociales e indígenas a iniciar un diálogo urgente, a fin de evitar una escalada de la conflictividad y encontrar soluciones”.
La Oficina lamentó el fallecimiento de Efraín Fuerez, comunero de la nacionalidad kichwa, ocurrido el domingo en Cotacachi, Imbabura, epicentro de las manifestaciones. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), convocante de las protestas, calificó el hecho como un “crimen de Estado” y denunció que Fuerez murió por disparos de las Fuerzas Armadas.
Piden investigación exhaustiva
Jarab enfatizó que el Estado tiene la obligación de investigar esta muerte “de forma exhaustiva y transparente”, garantizando acceso a la justicia para la familia y comunidad del fallecido. También pidió esclarecer los reportes sobre personas heridas durante las protestas, entre ellas 12 militares.
La Oficina recordó que el Estado es responsable de las acciones y omisiones de sus fuerzas del orden y debe investigar “de manera eficaz, imparcial y oportuna” posibles violaciones de derechos humanos en este contexto.
Finalmente, Jarab advirtió que “las fuerzas militares no son entrenadas para enfrentar situaciones de conflictividad social o seguridad pública”, señalando que su actual despliegue “representa un riesgo real de violaciones de derechos humanos”.