A pesar de las presiones de algunos países europeos, Ucrania detendrá el tránsito de gas ruso en 2025, una vez finalice su contrato con Gazprom, en lo que será una ruptura histórica con el gigante gasístico ruso con la esperanza de que esto debilite la capacidad bélica de Rusia.
El tránsito de gas ruso se interrumpirá a las 06.00 GMT del 1 de enero próximo, declaró el viernes el primer ministro ucraniano, Denís Shmigal, ante el Parlamento del país.
Su declaración siguió a la misma afirmación del presidente del país, Volodímir Zelenski, el jueves en Bruselas.
«No permitiremos que ganen miles de millones adicionales con nuestra sangre. Cualquier país que obtenga algo barato de Rusia acabará dependiendo de Rusia, ya sea en un mes o en un año. Esa es su política», declaró Zelenski tras reunirse con los líderes de la Unión Europea en la capital belga.
También advirtió de que Ucrania no permitiría tampoco el tránsito de gas ruso a través de territorio ucraniano si primero se vendía a otro país, como Azerbaiyán, y después a empresas europeas.
Ucrania ha sido clave para el transporte de gas ruso a Europa desde que obtuvo la independencia en 1991 y la decisión marca una ruptura decisiva con el país que a menudo utilizó la dependencia de su vecino del gas ruso para imponer su voluntad política y económica, cortando el suministro de gas en 2009 y 2015.
El país cubre sus necesidades plenamente con su propio gas, en parte debido a la caída de la producción industrial a causa de la guerra rusa, y aunque no importa el hidrocarburo de Rusia desde 2015 para sí misma, ha facilitado su tránsito a otros países europeos.
Críticas
La decisión de Ucrania de suspender el tránsito a partir de enero ha sido recibida con críticas por Eslovaquia, cuyo primer ministro, Robert Fico, ha intentado mantener relaciones amistosas con Rusia y que ha sido uno de los pocos países europeos -junto con Hungría y, hasta hace poco, Austria– que ha seguido importando gas ruso por vía terrestre.
Si Kiev no permite el tránsito de gas, Fico considerará la posibilidad de tomar medidas recíprocas contra Ucrania, dijo Fico, según la agencia Bloomberg.
Eslovaquia suministra actualmente electricidad y ayuda humanitaria a Ucrania, aunque el Gobierno de Fico se ha negado a enviar ayuda militar y a apoyar el ingreso de Ucrania en la OTAN.
«Estamos perdiendo gente y es un poco embarazoso hablar sólo de dinero», reaccionó Zelenski a las preocupaciones de Eslovaquia.
Varias empresas de Hungría, Eslovaquia, Austria e Italia también escribieron el martes a la Comisión Europea (CE) para advertir de que el cese del tránsito a través de Ucrania «provocará precios más altos para los consumidores en Europa» y «dificultará el suministro de gas».
No quieren perder las ganancias que obtienen gracias al gas ruso, argumenta el experto en energía Oleksandr Járchenko.
«Técnicamente, no hay problemas y todos estos países cubrirán tranquilamente sus necesidades sin utilizar el ramal de tránsito ucraniano», aseguró el director del Centro de Investigación de la Industria Energética, en declaraciones al 5º Canal de la televisión ucraniana.
Volodímir Omelchenko, experto en energía del Centro Razumkov de Kiev, coincide en que los países que aún importan gas ruso disponen de muchas alternativas.
«También tienen que darse cuenta de que todas sus dificultades se derivan de la agresión no provocada de Rusia contra Ucrania», declaró a EFE.
Pérdidas para Rusia
La propia Ucrania perderá unos 960 millones de euros en ingresos anuales por el transporte de gas ruso.
Sin embargo, Rusia gana mucho más con el gas que pasa por Ucrania y perderá unos 6.000 millones de euros de ingresos, según Omelchenko.
Ucrania no quiere que estos fondos vuelvan «en forma de misiles y bombas», indicó en sus redes sociales Serguí Makogón, exjefe del sistema de transporte de gas ucraniano.
Kiev estaría dispuesto a considerar el transporte de gas ruso si Rusia no recibiera ningún pago por él hasta el final de la guerra, según Zelenski, aunque tal escenario no es realista.
El siguiente paso, según los expertos ucranianos, sería detener el tránsito de petróleo ruso hacia Europa.
Actualmente, Ucrania está obligada a garantizar la continuidad del tránsito del crudo hacia Eslovaquia, Hungría y la República Checa a petición de la Comisión Europea, según Shmigal.
Las exportaciones rusas de petróleo a Europa, pero sobre todo a China, la India y Turquía, constituyen hasta la mitad de todos los ingresos del comercio exterior de Rusia y son clave para su capacidad bélica, junto con otras exportaciones energéticas, explican a EFE varios expertos ucranianos.
«Estamos trabajando para imponer sanciones totales a la energía rusa», señaló Shmigal, pues de momento el tope al precio de petróleo impuesto por el G7 o la prohibición de atracar en puertos comunitarios para el traspaso de gas natural licuado no han impedido al Kremlin eludir las restricciones. EFE (I)