La XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno comenzará este jueves en la ciudad de Cuenca (Ecuador) con muy pocos líderes presentes, y en un momento en el que la región está pendiente de la crisis en Venezuela derivada de las últimas elecciones y del cambio presidencial en Estados Unidos con el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.
A Cuenca, situada en el sur de los Andes ecuatorianos, está previsto que lleguen cuatro jefes de Estado y un jefe de Gobierno, entre ellos el rey de España, Felipe VI, y los presidentes de Ecuador, Daniel Noboa; de Paraguay, Santiago Peña; y de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, además del jefe de Ejecutivo de Andorra, Xavier Espot.
Son numerosos los líderes que por diversos motivos no han acudido a esta cita, lo que hará que tenga la representación más baja de jefes de Estado y de Gobierno desde que estos foros comenzaron a celebrarse en 1991.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que ha seguido atendiendo en España la gestión de los efectos de las inundaciones por la dana en la Comunidad Valenciana, será uno de los ausentes en un encuentro donde España -representada por el rey Felipe VI y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares- recogerá el testigo de Ecuador para organizar la siguiente Cumbre Iberoamericana.