Miembros del Ejército llegaron hasta la parroquia El Guayacán, al sur de la ciudad de Quevedo, para efectuar un operativo calificado como de ‘película’. La incursión fue cerca de las 21:00 del miércoles 29 de febrero y al ingresar a una vivienda, con lo primero que se encontraron fue con varios altares de la Santa Muerte.
Las estatuillas -al parecer- cubrían toda la casa; en la entrada, en la sala, en los alrededores del cerramiento e incluso en las esquinas, donde se apreciaba 15 imágenes.
Fuentes policiales indicaron que presuntamente el inmueble sería de uno de los cabecillas de la organización delictiva Los Lobos, conocido alias La Chancha. Esta presunción se debería a que en la casa se encontraron varias fotos del presunto antisocial que sería parte de esta banda criminal.
La sorpresa para los agentes es que no encontraron a ninguna persona. Un perro y un loro eran los únicos habitantes de esa vivienda.
Sin embargo, había decenas de evidencias: armas, municiones, GPS de camión, un teléfono satelital, 5 radios motorolas, cámaras, una mira óptica de rifle, un drone, paneles balísticos, una chompa y chaleco militar, 22 toletes, una libreta con apuntes de altas sumas de dinero.
Además había una fotografía de un servidor policial, se trataría de José Luis Erazo, policía detrás de la investigación del caso denominado León de Troya, investigación que señalaba supuestos vínculos entre la mafia albanesa y el empresario Rubén Cherres.