Entre 2023 y 2024, en el Refugio de Vida Silvestre (RVS) El Zarza, se llevó a cabo el primer Programa de Monitoreo de Anfibios. Este programa fue posible gracias a un convenio de cooperación entre Lundin Gold, empresa operadora de la mina Fruta del Norte, el Ministerio del Ambiente Agua y Transición Ecológica, Conservación Internacional Ecuador (CI-Ecuador) y el Fondo de Inversión Ambiental Sostenible, con el objetivo mejorar la gestión del área protegida ubicada en la Cordillera del Cóndor en Zamora Chinchipe.
A lo largo del monitoreo, se identificaron 552 individuos del orden Anura, pertenecientes a 40 especies de anfibios, 6 familias y 15 géneros. Del total de las especies registradas, 5 podrían ser consideradas nuevas para la ciencia, sin embargo, se espera la confirmación de los análisis genéticos.
Durante los 32 días de muestreo se recorrieron 10 zonas seleccionadas por su estructura ecosistémica con diferentes tipos de hábitat y accesibilidad, trazando un total de 67 transectos para análisis. Estos recorridos incluyeron largas caminatas en el denso bosque siempreverde montano bajo, donde se llevaron a cabo muestreos cuantitativos y cualitativos. El trabajo de campo estuvo a cargo de un grupo de científicos y guardaparques del Refugio, liderado por la doctora Andrea Narváez y el biólogo especialista en herpetofauna, Keyko Cruz.
Dalton Morocho, guardaparque del área protegida, cuenta que en la fase de campo se utilizaron técnicas validadas por la autoridad ambiental, como registros visuales, inspecciones auditivas, revisión de cuerpos de agua, recorridos y observaciones libres. “Si bien esta es la etapa más fuerte físicamente dado que implica recorrer zonas alejadas del refugio, para mí es la más enriquecedora porque cada vez que recolectamos muestras, ganamos experiencia, y reconocemos cada vez más especies de anfibios a través de los cantos que emiten”.
El programa de monitoreo de anfibios tiene como objetivo evaluar el estado de conservación de este grupo de fauna, priorizando las especies amenazadas y endémicas; además, busca generar una base de datos asociada a cada especie, considerando información taxonómica, geográfica, ecológica, de muestras de tejidos y cantos de los especímenes.
“La comunidad de anfibios es uno de los valores de conservación del Refugio de Vida Silvestre El Zarza. Por eso, es importante que este tipo de monitoreos sea parte de un programa que permita realizar un
seguimiento periódico para visibilizar los cambios en las poblaciones de anfibios a largo plazo”, señaló Washington Díaz, administrador del área protegida.
Es relevante mencionar que, durante la investigación, los guardaparques del refugio participaron en un proceso de fortalecimiento de capacidades. Este proceso les permitió familiarizarse con la metodología de monitoreo en campo, el levantamiento de datos ecológicos y de comportamiento, así como con el procesamiento de especímenes para su inclusión en la colección. Además, recibieron formación en el uso de iNaturalist, una plataforma de ciencia ciudadana de libre acceso, lo que les facilitó el registro de información sobre biodiversidad, la gestión de datos fotográficos y la identificación de especies. El objetivo es que los guardaparques puedan continuar con las labores de monitoreo a largo plazo, con el apoyo de esta herramienta digital para el registro y seguimiento multitemporal de la información.