En el Centro de Arte Contemporáneo, el alcalde Pabel Muñoz brindó una rueda de prensa sobre el balance de las fiestas de Quito.
El funcionario aseguró que el impacto fue positivo porque regresaron a la palestra antiguas actividades y la economía se dinamizó de una forma impresionante, poniendo como ejemplo el festival gastronómico Sal Quiteña.
Esta feria, que se realizó en el parque Bicentenario el 5 y 6 de diciembre, movió alrededor de $ 393.000 en solo dos días, mientras que la Cangrejada Fest o el Chulla Asado convocaron a 15.000 asistentes durante varias horas de las actividades. Estos produjeron cerca de $ 200.000 para los negocios participantes.
Lo mismo detalló el alcalde Muñoz en el tema de donaciones, en el que la campaña “Dona con corazón” recaudó 71.011 productos de los principales atractivos, como fueron el Quito Fest, Sal Quiteña y el Festival del Pasacalle.
No obstante, en avenidas como las Naciones Unidas, Amazonas y Shyris se registró una alta aglomeración de personas que libaron en la vía pública y también para acceder a las tradicionales chivas, que hicieron base entre las Naciones Unidas, 10 de Agosto y Amazonas.
Hubo episodios de caos entre ciertos ciudadanos durante la noche del viernes 5 y sábado 6 de diciembre, cuando moradores de estos sectores salieron con carteles para pedirles a jóvenes, en su mayoría, que evitaran confrontaciones y actos de vandalismo.
“Evidentemente necesitamos y tenemos que trabajar mucho en campañas educomunicacionales en universidades y colegios para incentivar el respeto mutuo y el respeto de la normativa municipal. Lamentablemente, somos una sociedad en la que el control con sanción es la única forma de generar apego a las leyes, y no debería ser así”, sostuvo Muñoz.
Esto lo declaró con base en el video que circula en redes sociales, donde se pudo observar cómo se volcó el cajón de una chiva, con más de cuarenta personas en el interior, y dejó varios heridos que fueron atendidos en la zona.
Además, existió una chiva que se incendió en medio del recorrido y causó zozobra entre los asistentes.
De 150 chivas que estaban inscritas para dar el servicio a la ciudadanía, solo 85 aprobaron la revisión técnica vehicular.