Los ganadores de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile, Jeannette Jara y José Antonio Kast, arrancaron este lunes (17.11.2025) sus campañas de cara al balotaje de diciembre con el ultraderechista como favorito.
Jara obtuvo una exigua victoria por 2,9 puntos porcentuales el domingo ante Kast, pero el bloque de derecha, que compitió con tres candidatos de diferentes fuerzas, logró más del 50% de los votos y los sondeos pronostican una victoria de Kast en el segundo turno.
Además, será la fuerza mayoritaria en el Congreso bicameral que controlaban los partidos de centro-izquierda, durante la legislatura que comenzará el 11 de marzo cuando también asume el próximo presidente, según los resultados oficiales.
En ese contexto, Jara, de 51 años, arrancó su campaña con un mitin con mujeres en el popular barrio de La Pintana, en el sur de Santiago.
Allí atacó al ultraderechista: «Yo encuentro que (Kast) es una persona autoritaria, que denosta al que piensa distinto».
«Dinero sucio»
En la primera vuelta la campaña giró en torno a la inseguridad, que una mayoría de chilenos vincula con la migración irregular.
Incluso obligó a Jara a relegar los temas sociales -bandera histórica de la centro-izquierda – para hablar de sus estrategias contra el crimen.
Pese a ser uno de los países más seguros del continente, la percepción de inseguridad crece entre los chilenos, con datos de homicidios y secuestros altos en comparación al pasado reciente.
La ultraderecha ganó terreno con su oferta de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados y lucha frontal contra el crimen organizado.
Los homicidios aumentaron un 140% en la última década, para pasar de una tasa de 2,5 a 6 por cada 100.000 habitantes en 2024, según el gobierno. La media en América Latina es de 15 homicidios por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con la ONU.
Este lunes Jara aseguró que fortalecerá a las fuerzas policiales, recuperará los barrios dominados por el crimen organizado y perseguirá «el dinero sucio» ligado al narcotráfico mediante el levantamiento del secreto bancario.
«Yo me pregunto, ¿por qué Kast se opone a levantar el secreto bancario? El que nada hace, nada teme», sostuvo, y añadió: «Dejo algunas ideas para que veamos la diferencia entre los que de verdad tenemos la mano dura».
«Sacrificios»
Kast, un abogado de 59 años, eligió la ciudad de Temuco, 800 km al sur de Santiago, como punto de partida para su carrera hacia el balotaje.
Capital de la Araucanía, esa región está militarizada desde 2022 debido a la violencia de bandas dedicadas al robo de madera, y de algunos grupos de indígenas mapuches, la mayor etnia chilena, que reivindican derechos sobre tierras hoy en manos privadas.
El ultraderechista se reunió con víctimas de ataques incendiarios contra bienes agrícolas.
«No queremos engañar a nadie, queremos recuperar Chile, pero eso va a implicar muchos sacrificios», sostuvo en declaraciones a la prensa.
En ese sentido, remarcó que «va ser difícil que Chile» vuelva a tener «fronteras seguras» y que pueda emplear «toda la fuerza y justicia» para combatir «al terrorismo», como alude a los grupos radicales que operan en la zona.
Kast basó su campaña en la promesa de deportar a 337.000 migrantes sin papeles y construir un «escudo fronterizo» con vallas metálicas, zanjas y más policías y militares.
mg (afp, La Tercera)