Decenas de policiías y militares comenzaron a habilitar las vías en la provincia de Imbabura, epicentro de las protestas, luego de que la convocante del paro, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), anunciara este miércoles el cese de la medida de fuerza, que comenzó el pasado 22 de septiembre.
La Conaie levantó el paro (convocado contra el alza del diésel y al que sumó luego otras demandas) unas cuatro horas después de que el jefe de Estado, Daniel Noboa, advirtiera que «entre hoy y mañana» se abrirían las vías de Imbabura.
En un video en redes sociales, el presidente de la Conaie, Marlon Vargas, anunció, además, el despeje de las vías y «el repliegue a los territorios para proteger la vida de nuestro pueblo».
Sin embargo, se evidenció una división del movimiento cuando dirigentes indígenas de las provincia de Imbabura aseguraron que se mantienen en resistencia -sin especificar lo que ello conlleva-, y que el jueves protagonizarán una gran marcha, por lo que pidieron públicamente que las fuerzas del orden no los repriman.
Mientras tanto, el ministro del Interior, John Reimberg, informó en X que la Policía Nacional se dispuso «iniciar con el retiro de obstáculos tanto en las ciudades afectadas, como la apertura completa de vías».
«Cumplimos con lo que todo el Ecuador pidió. Gracias a nuestro pueblo y al Bloque de Seguridad, los que están en contra del progreso ya no tienen cabida», escribió por su lado el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo.
Henry Delgado, Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, apuntó: «La misión que tenemos, es la apertura inmediata de todas las vías y la toma de la provincia de Imbabura. No puede ser posible que una cantidad de ciudadanos quieran imponer por sobre los 18 millones de ecuatorianos, eso no lo vamos a permitir».