Diversas organizaciones de la oposición denunciaron este lunes (25.08.2025) la muerte en Nicaragua bajo custodia del opositor Mauricio Alonso, que aseguran había sido secuestrado hace más de un mes supuestamente por órdenes del Gobierno que preside Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
«Con profunda indignación denunciamos la muerte de Mauricio Alonso Petri mientras se encontraba en manos de la Policía Nacional de Nicaragua», señala un comunicado de la agrupación opositora Unión Democrática Renovadora (Unamos).
Alonso, apunta ese comunicado, «estaba en condición de desaparecido desde que fue secuestrado el 18 de julio del corriente año, sin que, a la fecha, ni la policía ni ninguna autoridad de gobierno hayan dado información de su paradero ni de sus condiciones».
Añade que este «trágico evento» ha tenido lugar sin que se haya proporcionado «ninguna justificación» por parte de las autoridades, «lo que agrava la preocupación sobre las condiciones de detención y el respeto a los derechos humanos en el país».
Unamos expresó su «profundo dolor» y las más sinceras condolencias a la familia de Alonso, y además reiteró su «solidaridad con todos los familiares de las personas injustamente privadas de libertad».
La organización opositora también hizo un llamado «urgente» a la comunidad internacional a «adoptar medidas políticas, diplomáticas y financieras firmes y efectivas para presionar al régimen a poner fin a las violaciones de derechos humanos».
«Exigimos responsabilidades y demandamos la liberación inmediata de todas las presas y presos políticos, y garantías plenas de su seguridad», remarcó Unamos, grupo del que Alonso fue miembro cuando se identificaba como Movimiento Renovador Sandinista (MRS), según publicaciones de la prensa local.
Al respecto, la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos en su cuenta de X dijo estar horrorizada por los acontecido en Nicaragua con la muerte de opositor.
«Horrorizados por la inhumanidad de la dictadura Murillo-Ortega. Las autoridades devolvieron el cuerpo sin vida de Mauricio Alonso, un defensor nicaragüense de la libertad religiosa, a su familia hoy”, escribió.
«La dictadura detuvo injustamente a Alonso y lo mantuvo incomunicado durante un mes, hasta su muerte. Esta tragedia ocurrió bajo la mirada de Murillo-Ortega. Estados Unidos ni tolerará tal crueldad ni olvidará este crimen”, agregó.